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Alina Kralya juega con un microcontrolador para uno de sus proyectos de informática en el American River College. Cerca de allí, un grupo de otros estudiantes universitarios de primera generación se sientan en sillas verdes y azules y conversan sobre sus tareas de matemáticas. Es una escena típica en este espacio de colegio comunitario para estudiantes del programa de Logros en Matemáticas, Ingeniería y Ciencias, llamado MESA.
Hace dos años, Kralya estaba en su primer año en una universidad de ingeniería en Ucrania cuando la invasión rusa y la guerra posterior desarraigaron a su familia. Después de moverse por Europa del Este, buscaron refugio en la soleada Sacramento con 300 dólares en el bolsillo.
Entre las barreras del idioma, un sistema académico completamente nuevo y el intento de darle sentido a la trigonometría, no ha sido un viaje fácil para este joven de 20 años, que sueña con dedicarse a la robótica. Cuando necesita tutoría o simplemente un lugar tranquilo para estudiar lejos de sus hermanos menores, acude al centro MESA.
Todavía está llena de entusiasmo por una reciente conferencia para ingenieras a la que asistió en San José. El programa cubrió la entrada y los costos de transporte, y el personal la ayudó a configurar su perfil de LinkedIn para el evento. “Escuchar a todas esas mujeres exitosas en STEM, Dios mío, fue tan agradable”, dijo.
California asignó millones de dólares en 2022 para crear el mismo programa en los colegios comunitarios de todo el estado. Actualmente, 91 de 115 campus tienen programas establecidos, y tres más crearán uno el próximo año. El estado espera que la expansión reduzca las barreras a los empleos STEM para los estudiantes “desatendidos y subrepresentados”. A medida que la iniciativa se implementa en todo el estado, quedan dudas sobre cuánto durará la financiación y cómo los programas pueden realizar un seguimiento de su funcionamiento.
Para inscribirse en el programa, los estudiantes deben ser estudiantes universitarios de bajos ingresos y de primera generación. Los padres de los estudiantes no pueden tener una licenciatura en ningún país para cumplir con el requisito de primera generación.
Menos de 1 de cada 5 estudiantes de colegios comunitarios en California que quieren transferirse a una universidad logran hacerlo en cuatro años, según un informe del Instituto de Políticas Públicas de California. Para los estudiantes negros y latinos, las vías de transferencia son aún más débiles: 13% para los estudiantes negros y 16% para los latinos.
Más allá de reforzar las tasas de transferencia, los objetivos de MESA incluyen aumentar la representación de negros, latinos y nativos americanos en las industrias STEM. En 2021, el 9% de los trabajadores STEM en todo el país eran negros, mientras que el 15% eran hispanos o latinos, según un informe del Centro Nacional de Estadísticas de Ciencias e Ingeniería.
“La comunidad necesita personas que ocupen estos puestos como médicos, científicos, ingenieros e informáticos que realmente comprendan a la comunidad a la que sirven”, dijo Edrina Rashidi, responsable de defensa de la Asociación de Directores de MESA de Colegios Comunitarios, quien recientemente presionó para obtener más apoyo legislativo para los programas.
Los estudiantes del programa tienen acceso a una variedad de apoyo, como tutoría, asesoramiento académico y ayuda para encontrar pasantías o becas. Los centros físicos ofrecen equipos de cómputo, libros de texto y un lugar para estudiar. Los directores de programas trabajan en estrecha colaboración con los estudiantes para conectarlos con los recursos.
En el otoño de 2023, 4279 estudiantes estaban matriculados en un programa MESA en su campus, según datos estatales.
El estado financia la expansión de los programas MESA en todo el sistema
Hace cuatro años, los programas MESA tenían un presupuesto estatal de $2.5 millones. Después de los esfuerzos de cabildeo de la asociación de directores de MESA, el programa ahora tiene un presupuesto estatal de $39.4 millones y fue incluido en el Código de Educación de California. Más de 50 universidades han aprovechado los fondos en los últimos dos años, casi triplicando el número de programas de 34 a 94.
Cada universidad recibió un total de $428,576 para el año escolar 2022-23, en forma de subvención del estado. El año pasado y todos los años hasta 2027 recibirán al menos 280,000 dólares cada uno. Sin embargo, la oficina del canciller estatal espera que las universidades eventualmente comiencen a cubrir algunos de los costos, de modo que los programas puedan mantenerse a flote si el dinero estatal desaparece, según Stephanie Ricks-Albert, supervisora estatal del proyecto MESA.
Las subvenciones estatales se renovarán en 2027. Rashidi dijo que se está redactando más legislación que podría establecer un nivel mínimo de financiación para garantizar una financiación estable para los programas.
El programa también existe en diferentes formas en todo el estado y la nación. En California, muchas universidades y escuelas secundarias tienen programas o clubes MESA que son supervisados por la Oficina del Presidente de la UC con un presupuesto de alrededor de $7 millones.
Dentro de un programa MESA
Computadoras, libros de texto STEM, pizarras blancas, una impresora de uso gratuito y una máquina de café ocupan el centro MESA en American River College, ubicado en el primer piso del nuevo y elegante Centro de Innovación STEM Diane Bryant. Una hilera de banderines universitarios cuelga de una pared; en otro, tres astronautas sonríen desde un cartel que dice: “DE MESA A LA NASA”.
Más de 200 estudiantes tienen acceso a este espacio. Es donde a menudo se pueden encontrar tutores como Marco Alaniz, que también es estudiante de MESA y estudia informática. Le encanta la programación desde que su madre le compró una computadora cuando era pequeño, pero tuvo problemas cuando comenzó la universidad por primera vez hace más de 20 años y finalmente la abandonó.
“Simplemente no estaba preparado”, dijo Alaniz. Como sus padres nunca fueron a la universidad, no tenían la experiencia para ayudarlo a navegar la escuela o enseñarle hábitos de administración del tiempo. “Así que realmente, mientras crecía, estaba solo en eso, simplemente descifrando las cosas”.
Después de unos 15 años de realizar trabajos ocasionales para pagar las cuentas, Alaniz se inscribió en American River College en 2019 para darle otra oportunidad a su título en informática. Durante el año pasado ha sido tutor de estudiantes de MESA. No le paga lo suficiente dejar su trabajo para poder tomar clases a tiempo completo, pero realmente disfruta desglosando conceptos difíciles para sus compañeros de clase, e incluso le ha hecho considerar una carrera en educación.
Samuel Morrison, líder interino del proyecto MESA de la universidad, explicó que el costo de vida es uno de los mayores desafíos para los estudiantes de bajos ingresos a los que atiende. Él ayuda a conectarlos con becas y pasantías, como se requiere que hagan los programas. Una forma creativa que la universidad ha encontrado para ayudar financieramente a sus estudiantes es crear proyectos remunerados con tutoría docente y oportunidades de investigación a las que los estudiantes pueden postularse”.
“Entonces los estudiantes se están dando cuenta, está bien, este es un estipendio que puedo usar para pagar la gasolina para ir a la escuela, o puedo usar para complementar los costos de alimentos”, dijo Morrison.
Aún así, la universidad carece de un consejero académico designado por MESA. Kralya, la estudiante ucraniana, explicó que los consejeros generales que ha visto no siempre están familiarizados con los programas de transferencia específicos de STEM, que pueden diferir entre universidades. Agregar ayuda financiera a la mezcla complica aún más las cosas; Kralya y Alaniz tuvieron que declarar varias especialidades para que ciertos requisitos de transferencia estuvieran cubiertos por la ayuda financiera.
“Por eso tenemos que encontrar un buen consejero que pueda decirnos esto, porque esta información no aparece en ninguna parte”, dijo Kralya.
El estado exige que los programas tengan consejeros designados, pero conseguir un consejero interno puede ser un proceso largo y complicado, dijo Morrison. Espera tener uno a bordo para la primavera de 2025.
Los estudiantes también pueden inscribirse en excursiones, que incluyen conferencias y recorridos universitarios. Este semestre los estudiantes visitaron el planetario de la Universidad Estatal de Sacramento, asistieron a la conferencia Mujeres en Ingeniería en San José y recorrieron UC Berkeley y UC Santa Cruz.
En los programas de todo el estado, los estudiantes de bajos ingresos o de primera generación, pero no ambos, aún pueden acceder a ciertos recursos, como tutoría y asesoramiento, pero no pueden ir a excursiones ni recibir oportunidades de investigación remuneradas. Actualmente hay 1,345 de ellos matriculados en todo el sistema, llamados estudiantes de ASEM o “Amigos de MESA” en algunas universidades.
Dolores crecientes a medida que los programas se implementan en todo el sistema
Dos años después de que nuevos fondos abrieran las puertas a más programas, muchos todavía necesitan contratar personal, encontrar los 500 pies cuadrados mínimos requeridos de espacio para albergar el centro o reclutar estudiantes para que despeguen oficialmente.
Simplemente contratar a un director de programa para que dirija el programa puede ser un proceso largo. Un año y medio después de recibir su subvención, el programa del Laney College de Oakland sigue sin director. La decana de matemáticas y ciencias de la universidad, Inger Stark, nombró a la instructora de matemáticas Kyla Oh como directora docente del programa mientras tanto.
“Definitivamente nos ha frenado”, dijo Stark. La mayor parte del trabajo recae en Oh, quien enseña menos créditos para tener tiempo de concentrarse en el programa. Stark incluye la parte administrativa del programa en su jornada laboral como decana.
En este momento, el dinero estatal cubre todo el programa, que se lanzó en abril con un grupo inicial de 14 estudiantes. Stark está decidida a garantizar que el programa se mantenga a flote a través de cualquier cambio en la financiación, pero ha pasado suficiente tiempo en su distrito de colegios comunitarios como para haber visto cómo se eliminan muchas “hermosas iniciativas”.
“Es desgarrador”, dijo. “Una gran cantidad de trabajo puede caer al suelo”.
La necesidad de datos de programa más granulares
Hacer un seguimiento integral de los programas MESA no es fácil. Algunos datos básicos están disponibles a través de paneles públicos, pero los directores quieren acceder fácilmente a información más detallada sobre sus programas para asegurarse de que están cumpliendo sus objetivos.
“En realidad, todavía no tenemos forma de medir nuestro éxito con la Oficina del Canciller”, dijo Rashidi, el principal defensor de los directores de MESA.
La información básica, como el número total de estudiantes de MESA en el sistema, está disponible a través de la herramienta de datos públicos de la Oficina del Canciller de los Colegios Comunitarios de California, DataMart. Sin embargo, esa información no está desglosada por raza, género o especialidad. Los datos granulares podrían brindar a los directores de programas la capacidad de verificar rápidamente si sus esfuerzos para llegar a estudiantes de entornos desatendidos están funcionando.
Hay información limitada disponible públicamente sobre el éxito de los estudiantes de MESA. De los estudiantes de MESA que intentaron por primera vez completar un curso de matemáticas de nivel de transferencia en el año escolar 2021-22, el 79% lo aprobó en un año, en comparación con una tasa de finalización del 54% para el cuerpo estudiantil general, según el Instituto de Inglés de Nivel de Transferencia y Panel de finalización de matemáticas.
CalMatters solicitó a MESA transferir estadísticas y datos raciales a la Oficina del Canciller. Según los datos, alrededor del 62% de los estudiantes de MESA eran hispanos o latinos en diciembre de 2023, mientras que el 4% eran negros.
Para contabilizar las transferencias, la Rectoría contabilizó a los estudiantes que estuvieron en MESA en un año escolar y luego se matricularon en una universidad el año siguiente. Según esta métrica, los programas MESA transfirieron colectivamente a 1,010 estudiantes después del año escolar 2021-22, incluidos 563 estudiantes hispanos o latinos y 23 estudiantes negros.
Casi la mitad de los estudiantes de MESA se inscriben en una universidad dentro de los cuatro años posteriores a tomar su primera clase en un colegio comunitario; a partir de 2017, el año más reciente con datos completos disponibles. Los estudiantes fueron considerados estudiantes de MESA si participaron en el programa en cualquier momento durante sus primeros tres años en el sistema de colegios comunitarios.
La Oficina del Canciller analizará el estado de los programas al final del actual ciclo de subvenciones, y los resultados podrían afectar la cantidad de dinero que recibirán los programas en el futuro, según una declaración enviada por correo electrónico de Melissa Villarin, portavoz de California Community Colleges. Cualquier financiación adicional se basaría en “métricas del programa y del campus”, según el comunicado.
Khan es miembro de College Journalism Network, una colaboración entre CalMatters y estudiantes de periodismo de toda California. La cobertura de educación superior de CalMatters está respaldada por una subvención de la College Futures Foundation.
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